Merit Majestic Hotel Rosario

Seguramente sabes que Argentina es un país de múltiples posibilidades que ofrece todo tipo

de atractivos a los turistas que deciden visitarlo. Es que tal país sudamericano es dueño de

una variedad importantísima de paisajes, climas, ríos, mares, playas y, por supuesto, ciudades.

Casualmente, estas últimas son una de las principales razones por la que muchos turistas llegan

años tras año hasta sus tierras.

Claro, cuando se piensa en ciudades argentinas, instantáneamente se piensa en Buenos Aires,

esa cosmopolita urbe que algunos destacan por sus “características europeas”. Y ello es bastante

obvio, dado el gran número de actividades y atracciones que es posible disfrutar al recorrer sus

calles. Pero considerar solamente a esta población porteña sería desmerecer a otras ciudades

argentinas que también tienen su encanto y que no se alejan demasiado de lo que esta importante

metrópolis tiene para ofrecer.

En tal sentido, Rosario es uno de los ejemplos más notorios. Ésta se cuenta entre las tres ciudades
más pobladas de toda la Argentina, algo que queda evidenciado en sus extensas dimensiones y en
la multiplicidad de atractivos y actividades que tiene para ofrecer. Es por ello que si buscas algo
ligeramente diferente a la ciudad bonaerense, no puedes dejar de conocer la urbe santafesina y su
vibrante vida.

Como sucede con cualquier destino turístico, conocer Rosario es una experiencia que puede
realizarse de múltiples maneras. Es por ello que si lo que deseas es estar en el centro de la mejor
zona de la ciudad, en donde puedas descubrir los puntos de interés más importantes, no puedes
hospedarte en otro lugar que no sea el Merit Majestic Hotel Rosario, uno de los alojamientos más
antiguos, distinguidos y elegantes de toda la ciudad.

Festival de la Musica Clasica por los Caminos del Vino

El Festival de la Música Clásica por los Caminos del Vino es otra de las joyas que Mendoza atesora dentro de las actividades que un viajero puede realizar en sus tierras.
Los Caminos del Vino es una ruta de lugares pero también de actividades que se pueden hacer en Mendoza, donde la presencia de la industria vitivinícola ha moldeado la vida de todos sus habitantes.
Este festival tiene lugar en el mes de abril, cuando el otoño comienza a cambiar el paisaje y a llenar de sutiles ocres la mirada de los visitantes.

Los paisajes de Mendoza acompañan en esta temporada de una manera indescriptiblemente precisa los tonos y los acordes de la música clásica que comienza andar por sus calles, recorriendo el camino del vino.
Se puede sentir la potencia de las notas elevándose desde la tierra misma que ve nacer a las parras con una potencia que parece alcanzar las cumbre de Los Andes y que queda invisible, permanente, suspendida entre las hojas de la vid llenando de emoción al viajero que pasa distraído y al poblador que vuelve a enamorarse de su tierra en ese momento.

La orquesta Filarmónica de Mendoza es la anfitriona de este evento que cuenta también con invitados que llegan a estas tierras desde otros lugares para compartir un festival que renueva el espíritu e el marco de un bello paisaje.
Los instrumentos se elevan en el aire y parecen representar cada uno un elemento de la naturaleza que nos rodea. Los tambores con su sonido grave se asemejan a las montañas rocosas que vigilan como testigos la vida de un pueblo que crece a sus orillas.
Las flautas traversas juegan entre las hojas de los castaños mientras que los violines se asientan sobre las ramas de los nogales que ya desprenden sus frutas hasta el piso. Más allá, los campos sembrados de manzana crecen queriendo alcanzar la música de los distintos grupos que interpretan las obras clásicas. Y los almendros estiran sus brazos de madera para aplaudir la magnífica interpretación de todo el conjunto.

Este Festival suele coincidir con la Semana Santa por lo que es muy aconsejable reservar un hotel o una cabaña cercana a algún río en Mendoza y recorrer el camino desde donde sea que estemos hasta allá para poder apreciar uno de los territorios más ricos y generosos de nuestro país.
Además de asistir a esta hermosa oportunidad de acercarnos a la música clásica tocada por músicos y orquestas experimentados podemos disfrutar de la gastronomía del lugar y los platos típicos de la región centro cuya comida ya empieza a acercarse más a la del sur del país, en un intercambio de sabores tan característico de los argentinos.
Los cafés son otra opción muy agradable para visitar y tomar algo caliente junto con un postre o una buena porción de torta. Al otro día quizás podamos continuar con el circuito de los vinos y conocer más
detenidamente los viñedos través de largas cabalgatas por sus caminos. Visitar las bodegas y las cavas y probar nosotros mismos el sabor que tiene la tierra trabajada que devuelve sus frutos en la forma de un Malbec intenso y suave al paladar. Las estancias y las bodegas con colección de objetos de arte y de época son otra forma de disfrutar Mendoza a través de su historia que a cada rato nos dice algo sobre cómo este pueblo que antes era una zona desértica se transformó en la rica tierra de sabores y colores que
es hoy.
Visitar los ríos caudalosos con agua del deshielo de la Cordillera de Los Andes es otra experiencia única en la que podemos sentir al fuerza de la naturaleza que baja desde las alturas para encontrarse con una tierra que la espera sedienta para fundirse en un abrazo enriquecedor para las dos.

Por la noche podemos volver a las cabañas o al hotel donde nos hospedamos y observar el cielo estrellado y limpio entre la copa de los árboles, quizás con la compañía de algún vino que compramos en una de las bodegas o con algún dulce típico de la zona para seguir sintiendo el sabor de esta tierra mientras en nuestros oído suenan los ecos del Festival de Música Clásica, una música que sigue bailando en el aire de los viñedos
cuando ya es de noche y los colores se confunden en la misma oscuridad que todo lo cubre.
Visitar Mendoza no es sólo recorrer los caminos del vino sino hacer un recorrido sensible por todos nuestros sentidos que quedarán eternamente agradecidos.

Atractivos en Santa Cruz

 Santa Cruz, es una provincia ubicada al sur de Argentina, más precisamente en la Patagonia Argentina, es la segunda provincia mas extensa del país, ya que posee 243 943 kilometros. Su capital es Río Gallegos, y fue habitada primeramente por la tribu Tehuelche, los cuales eran principalmente cazadores de guanacos, huemules y choiques. Santa Cruz posee una gran cantidad de atractivos de todo tipo, desde sus parques, sus bosques, sus paisajes, posee valles, cerros, incluso Glaciares, que hacen que esta belleza de lugar sea inmensa y brinde a todos sus visitantes un grato confort en su estadía y su visita. 

Uno de los grande atractivos que posee Santa Cruz, es la coexistencia de varios ecosistemas diferentes, en una sola región, lo cual permite que convivan una gran diversidad de especies, tanto de flora como de fauna, y a su vez, convierte a la provincia en un lugar donde los turistas quieren explorar tanto los Bosques, como los Parques, los valles y cerros; sin dudas la misma esta provista de lagos, lagunas, y ríos cristalinos. Estos valles poblados de ríos, son ideales para la pesca, donde se exige a quienes practican este sensacional deporte, que se realice la devolución luego de cada captura. El Lago Buenos Aires, es uno de los principales destinos para practicar esta actividad; el mismo se ubica al noroeste de la provincia de Santa Cruz, y es alimentado por los ríos Jeinimeni y Los Antiguos; es importante destacar que la pesca deportiva es una de las máximas actividades de Rio Gallegos, y su época mas importante es desde el mes de noviembre hasta abril. 

Otro de los lugares y destinos atractivos de Santa Cruz, es la localidad Puerto Santa Cruz; la misma es la localidad mas antigua de la provincia y se encuentra ubicada hacia el sur del Río Santa Cruz. Esta preciosa zona se caracteriza por poseer cañadones y mesetas que protegen la ciudad de los fuertes vientos que llegan al lugar. Algunas de las actividades que se pueden realizar allí, van desde conocer el centro cultural del lugar donde se puede ingresar al Museo Regional Carlos Borgialli, para aprender sobre la historia de la ciudad, o bien realizar actividades deportivas como canotaje, esquí acuático o velerismo. La bella ciudad atrapa por su encanto y su paisaje, el cual enamora a todos los turistas que la eligen como destino dentro de esta bella provincia. 

Se podría seguir mencionando atractivos de Santa Cruz, como lo son las distintas localidades que existen en la provincia y los escenarios naturales que contienen, como lo son el Parque Nacional Los Glaciares, los fabulosos glaciares que alberga este inmenso parque, la zonza de Puerto Deseado, El Chalten, los Bosques Petrificados, donde se podrá observar como la erosión climática y del tiempo ha dejado sus huellas tras miles de años, observar su avifauna, su vegetación, pero se haría una nota muy extensa. 

 Sin dudas la provincia de Santa Cruz, es una hermosa zona, un atractivo en sí mismo, el cual invita a todos los turistas a que lo conozcan; Llegar a este lugar es adentrarse en un maravilloso mundo de bellezas infinitas.

Los mejores paseos y city tours por Bariloche

En su visita a la ciudad de Bariloche, hay ciertos paseos y circuitos por la ciudad que no puede dejar de hacer. Dueña de arquitectura y estilo maravilloso, la localidad tiene un importante atractivo para los turistas.

 

Uno de los principales puntos a visitar es el Centro Cívico, inaugurado en el año 1940. Con un marcado estilo suizo, y en forma de herradura, este importante centro es el más representativo de la ciudad. Los edificios que lo componen albergan a los principales entes de gobierno y control de Bariloche; la Municipalidad, la Secretaría de Turismo, la Policía, la biblioteca, el Juzgado de Paz, entre otros. El edificio en donde se ubica la Municipalidad, posee una torre reloj, que exhibe figuras de indígenas, sacerdotes y colonos al marcar las 12 horas y las 6 de la tarde. Desde este edificio la vista de la ciudad es impresionante.

 

Partiendo desde el mismo Centro Cívico, el recorrido debe continuar por la principal arteria comercial de Bariloche; la calle Mitre. Transitando por dicha vía no sólo podrá apreciar el estilo arquitectónico de muchas viviendas, que conservan los modos de construcción de comienzos de siglo (con maderas, piedra, balcones, etc) sino que además podrá recorrer los variados locales y comercios en donde adquirir obsequios y artículos regionales.

 

A sólo metros de otra importante calle de la ciudad, Beschtdet, se abre paso una escalera que lleva a otro importante punto histórico y cultural de Bariloche: la Capilla de la Inmaculada. Construida allá por 1905, la Capilla aún conserva su estructura y goza de la protección al ser declarada Monumento Histórico Nacional.

 

De gran valor histórico, cultural, religioso y arquitectónico, la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi es otro punto que no puede dejar de visitar. Su potencial no se agota en lo estrictamente religioso, sino que conserva en su interior datos, imágenes y anécdotas que forman parte del pasado de San Carlos de Bariloche. No sólo podrá apreciar la belleza arquitectónica de dicha parroquia, además podrá participar de las misas y celebraciones religiosas.

 

Continuando con el recorrido histórico, no puede dejar de visitar las viviendas más antiguas de la ciudad. Casa Marciani, Vivienda Speranza, Edificio Capraro, hasta la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi son algunas de las más reconocidas, que aún conservan su estructura y estilo.

 

Otro imperdible de la ciudad es el Museo del Chocolate, un predio montado en la primera fábrica de Bariloche. Un entretenido paseo por la historia, los modos de elaboración, sus recetas y variaciones, de uno de los productos más elegidos por los turistas que llegan a la ciudad. Ideal para hacer en familia, el Museo le permitirá interiorizarse acerca de la naturaleza del cacao y su proceso de transformación en las barras de chocolate que al finaliza el recorrido podrá degustar.

 

Si aún dispone de tiempo, no deje de visitar el Casino Worest, cuya vista al lago Nahuel Huapi es una de las más imponentes y privilegiadas y el Paseo de las Colectividades en donde entrará en contacto con las culturas que poblaron Bariloche.

Recorrido del Camino de los Siete Lagos

La belleza del paisaje patagónico se ve reflejada en uno de los circuitos más famosos y hermosos de la Argentina. Lagos de aguas turquesas, grandes cerros con sus cumbres nevadas, marcadas laderas cubiertas de bosques y frondosa vegetación, son las estrellas de una postal inolvidable que no puede dejar de visitar: el Recorrido de los Siete Lagos.

 

Es un circuito de una belleza natural impresionante, comprendido entre dos importantes ciudades sureñas; San Martín de los Andes y Villa la Angostura. El principal atractivo de este recorrido es el entorno natural en que se adentra el circuito, bosques, laderas de cerros y asombrosos espejos de agua que lo dejarán sin aliento.

 

Partiendo desde San Martín de los Andes, se toma la Ruta Nacional N°234 en dirección al sur. El primer lago de este recorrido es el Lácar, un espejo de agua de origen glaciario con más de 25 kilómetros de largo. Bordeando las turquesas aguas de este lago el recorrido comienza con curvas a avanzar. En el trayecto hacia el próximo lago, se atravesará una playa, miradores y el desvío al conocido Centro Invernal y Cerro Chapelco. Continuando hacia el sur, el recorrido pasa por la zona llamada Las Taguas en donde podrá cruzar el Río Hermoso y aproximarse a un cruce; un camino lleva hacia la ciudad de San Carlos de Bariloche, y el otro continúa el circuito de los Siete Lagos. Optando por ese último, el trayecto continúa atravesando la laguna fría y algunos kilómetros después el Lago Machónico. Dejando atrás estos espejos de agua el recorrido prosigue, superando desvíos hacia el Lago hermoso, la laguna Pudú- Pucú y finalmente la cascada de Vuliñaco (un salto de agua de casi 40 metros). Luego de transitar este tramo, comienza a asomar la cristalina agua de el segundo lago del recorrido; el Lago Falkner. Este encantador espejo de agua, está rodeado del Cerro Buque con sus torres de piedra. Hacia la derecha, separado por una estrecha franja otro lago deslumbra con sus turquesas aguas; el Lago Villarino. Es un lugar increíble para detenerse y apreciar la belleza de ambos espejos de agua y admirar el impresionante entorno que los rodea. Luego de este hermoso panorama, el viaje se reanuda por algunos kilómetros en busca del próximo lago. Transitando unos 3 km se podrá observar entre la vegetación, el color turquesa que caracteriza a los lagos de la región. Haciendo honor a su nombre, el Lago Escondido, asoma tímidamente entre los árboles y arbustos que lo rodean. Dejando atrás este increíble espejo de agua, el circuito continúa atravesando el desvío de la Ruta N°65 (que lleva hacia el Lago Traful) y aproximándose al Lago Correntoso, otro importante espejo de este recorrido. La ruta bordea las costas del lago, de modo que se puede apreciar a sólo metros la belleza de esta gran reserva de agua. Un tramo más adelante se podrá visualizar el desvío que lleva hacia el Lago Espejo, luego de dos kilómetros se encontrará el mirador para apreciar la bella postal que ofrece el Lago como un auténtico espejo del celeste cielo. El circuito continúa rodeando un brazo de dicho lago, se deben recorrer algunos kilómetros más, atravesar el cruce con la ruta n° 231 (que lleva al Paso Internacional Cardenal Samoré) y seguir en busca del último lago del recorrido. Transitados varios kilómetros comienza a dejarse ver el brazo Ultima Esperanza del reconocido Lago Nahuel Huapi, en cuya orilla se levanta la mágica ciudad de San Carlos de Bariloche. El último tramo del circuito continúa en forma paralela al lago, por lo que se lo puede apreciar en toda su magnitud y esplendor. El pintoresco y atractivo paseo culmina al llegar a la turística Villa La Angostura.

Excursión Isla Victoria y Bosque de los Arrayanes

El Parque Nacional Nahuel Huapi a lo largo de toda su extensión, ofrece el escenario perfecto para realizar todo tipo de excursiones. Una de las más elegidas por los turistas es la de Isla Victoria y el Bosque de Arrayanes.

 

Se trata de una excursión de día completo que le permitirá conocer la hermosa Isla Victoria, recorrerla y descubrir cada rincón y al mismo tiempo apreciar la inmensidad del único Bosque de Arrayanes del mundo. Esta excursión puede realizarse durante todo el año.

 

La excursión parte del Puerto Pañuelo, situado a 25 kilómetros de la ciudad de Bariloche. Allí se aborda un catamarán que navegara durante 30 minutos por el Nahuel Huapi hasta llegar a Puerto Anchorena, ubicado en la zona más angosta de la Isla, en donde se realiza el desembarco. Allí encontrará varias actividades para hacer, según sus gustos. Una de las más elegidas por los turistas que visitan la Isla es subir por la aerosilla hacia la cima del cerro Bella Vista (1900 metros). Desde allí se puede disfrutar de una maravillosa vista panorámica de la ciudad de San Carlos de Bariloche. Otra opción son las caminatas por los diversos senderos que hay en Isla Victoria. Uno de ellos, el Sendero Ex Vivero Nacional, lleva al vivero de coníferas en donde pueden apreciarse numerosos y variados ejemplares de estas especies arbóreas. El Sendero Playa del Toro, lleva a conocer una gran playa de arena volcánica en donde además se pueden observar pinturas rupestres. Otros senderos importantes son: Sendero de Interpretación “Antonio Pargade”, Pto. Gross y antiguo poblado, entre otros. Cada uno de estos caminos lo llevará a conocer rincones increíbles de la Isla que lo cautivarán por su belleza natural. Luego de recorrer el apasionante entorno natural de Isla Victoria, la excursión continúa por lo que se debe embarcar nuevamente el catamarán para emprender la navegación hacia el Bosque de Arrayanes. Se navega hacia el Puerto Quetrihue en la península homónima. Una vez arribado a dicho puerto se produce el desembarco nuevamente y luego se emprende una caminata por los escalonados senderos. Durante todo el recorrido encontrará ejemplares de que datan de más de cien años. Los arrayanes son formaciones arbóreas que por lo general adquieren porte de arbusto, a excepción del este bosque, en donde se desarrollan como gigantes árboles de troncos anchos. Su corteza color canela es además lisa y fría. Al desprenderse deja al árbol con manchas blancas. Posee flores de color blanco y frutos violáceos cuyo sabor es agradable. La gran proliferación de estas especies llevó a que se conformará allí el Parque Nacional Los Arrayanes, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, gozando de la protección y conservación de cada uno de los ejemplares. Caminar por los senderos en el corazón del bosque no sólo le permitirá conocer y apreciar a los arrayanes sino que además le brindará una inolvidable experiencia de calma y contacto directo con la naturaleza. Ideal para hacer con niños y entre amigos, esta excursión es imperdible.

Catedral de San Carlos de Bariloche: principal centro católico

La ciudad de San Carlos de Bariloche ofrece grandes atractivos turísticos en el corazón del área urbana. El pintoresco paseo del city tour, además de recorrer el centro cívico y algunos puntos claves, lleva hacia uno de los principales centros católicos de la región; la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi.

 

La parroquia catedral “Nuestra señora del Nahuel Huapi” es el principal templo católico de la ciudad y uno de los más importantes de la diócesis. Con una pintoresca arquitectura y un estilo encantador, la iglesia ha sido elegida durante años por los turistas como uno de los puntos imperdibles de San Carlos de Bariloche. Rodeada de dos grandes y bellos jardines, la iglesia se ubica en calles Almirante O´Connor y Beschtedt.

 

Este tempo fue inaugurado en el año 1946, con el nombre “Nuestra señora del Nahuel Huapi”, en memoria de la imagen de la virgen que acompañó al cura jesuita Nicolás Mascardi en la primera misión evangelizadora al actual territorio de Bariloche.

 

El edificio de la catedral posee forma de cruz latina, su cabecera, orientada al este, recibe la luz del sol desde la mañana, aportando calidez al místico templo. Su arquitecto, Alejandro Bustillo, recreó en la estructura de la iglesia, el estilo neogótico con algunos detalles que evocan la arquitectura francesa. Sus muros fueron construidos con piedras blancas de la región, material con que los primeros curas jesuitas construyeron las primeras grutas. Devotos y creyentes aseguran que los minerales de estas piedras transmiten una sensación de misticismo que conmueve. El techo de la parroquia está hecho con piedras negras. La iglesia posee un campanario en forma de aguja, cuya altura es de 70 metros.

 

En su interior, se destacan los hermosos vitrales que yacen sobre los muros. Su colorido y encanto se ve potenciado por los rayos de sol que los atraviesan. Fueron diseñados por E. Thomas y colocados en el año 1947, cuando se finalizaba el exterior de la obra (aún con detalles sin finalizar en el interior). Estos vitrales recrean a figuras y personajes de la historia local y de la creencia católica; entre ellos se destacan el padre Nicolas Mascardi (jesuita que llego a la misión), el fray Francisco Menendez, Ceferino Namuncurá, el Padre Milanesio (primer cura del pueblo de Bariloche), algunos indios, el general Julio Argentino Roca, los arquitectos del templo (representados con las figuras de San Rafael y San Miguel Arcángel), y por supuesto la imagen de Nuestra Señora de Nahuel Huapi. La imagen de la virgen que se encuentra en el presbiterio de la Iglesia Catedral es una copia exacta de “La Loreto” de Achao (en Chile).

 

Un templo cargado de historia, arte y una mística increíble. Sus vitrales, arquitectura e importante valor histórico, convierten a la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi, en una de las visitas obligadas para quienes llegan a San Carlos de Bariloche. Ya sea en visitas particulares fuera del horario de misa, o participando de los eventos y celebraciones, no puede dejar de conocer esta impresionante iglesia.