El Cordon Mariano Moreno en El Chalten

El Chalten es una localidad de la provincia de Santa Cruz que se ubica en la región patagónica. Fundado en el año 1985, cuenta desde entonces con un sinnúmero de atractivos turísticos que son reconocidos a nivel mundial. El mismo se encuentra a los pies del cerro Fitz Roy y fue declarado a su vez como la Capital Nacional del Trekking. En la localidad existen diversos senderos que llevan a destinos imperdibles para cualquier persona. En este particular, los amantes de la naturaleza descubrirán que cada sitio es increíble y cuenta con una mística única. 

 Uno de los lugares que se pueden visitar estando en esta localidad es el Cordón Mariano Moreno; el mismo es un macizo montañoso casi totalmente cubierto de hielo que nace desde el centro del Campo de Hielo Patagónico Sur en el área no demarcada de la frontera entre Argentina y Chile. Este Cordón, sirve de línea divisoria entre las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico, extendiéndose por unos 10 kilómetros en dirección norte sur al noroeste del lago Viedma y sudoeste del monte Fitz Roy. Su pico mayor puede alcanzar entre los 3240 y 3490 metros de altura sobre el nivel del mar.

 Quienes tengan la ventaja de visitar esta provincia o alguna de las localidades podrán realizar diversas actividades dentro de las cuales se encuentra el trekking por el Cordon Mariano Moreno. Para realizar esta travesía es importante contar con un buen estado físico, así como experiencia en la actividad. Una vez asentados en la localidad, se podrá acceder a la misma contratando los servicios de alguna de las empresas que allí ofrecen expediciones y caminatas por la región siempre de la mano de un guía que conozca la zona; por tal motivo es el guía será quien definirá constantemente el recorrido a seguir siempre y cuando estén dadas las condiciones climáticas ya que es quien cuidará del grupo. En este punto es importante aclarar que él podrá definir si continúa con el trayecto o regresa a la base. 

Chalten es una localidad que sin dudas atrapa a cualquier persona que se dirija a la zona. Por su belleza, sus paisajes, y su clima de vientos intensos en el verano se le recomienda a todos los viajeros que unos días antes, cuando estén preparando la valija piensen en algunos elementos que no podrán faltar. La indumentaria es muy importante y deben llevar calzado cómodo, así como ropa deportiva y abrigada, ya que durante las expediciones, como la caminata por el Cordón Mariano Moreno, se realizará esfuerzo físico y para ello es preciso contar con la ropa adecuada; si bien durante la travesía se les otorgarán a los turistas los elementos necesarios, como grampones y arneses, los viajeros deberán ir holgados de elementos pero abrigados. Otro de lo que deberán cargar en su vailija es la cámara fotográfica ya que cada paso que se da en la región brinda un maravilloso espectáculo digno de ser fotografiado.

 Sin dudas cada uno de los rincones de la Patagonia es increíble, por lo que si visitan la región no duden en conocer el Cordón Mariano Moreno, que por su inmensidad y belleza dejará en sus memorias un maravilloso recuerdo.

Romina Pagliasso

Atardeceres de julio en El Chaltén

Al oeste de la provincia de Santa Cruz, podemos hallar un pintoresco pueblito denominado El Chaltén. En el mismo es posible apreciar una gran riqueza natural, integrada por lagos cristalinos, frondosos bosques, imponentes glaciares y majestuosos cerros. Esta villa turística cuenta a su vez con una amplia oferta de servicios que incluye alojamiento, gastronomía y entretenimiento. En sí, un sitio turístico por excelencia, altamente recomendado de visitar.

 

La zona en que se encuentra ubicado este poblado, presenta la particularidad de ser considerada una región de mutación entre la cálida estepa patagónica y el impactante bosque subantártico. Por este motivo es posible hallar en su espacio, una mágica combinación de riquezas naturales de invaluable valor. El trekking, la actividad preponderante de la zona, permite descubrir espacios exquisitos donde la naturaleza es la protagonista principal que acompaña a los turistas en cada una de sus travesías ofreciendo paisajes insuperables.

 

 

Sin embargo, una de las mejores postales que podemos disfrutar en El Chaltén, son los atardeceres de julio. Los viajeros que cuenten con la suerte de encontrarse recorriendo alguno de los senderos próximos al pueblo cuando el sol comienza a caer, podrán vivir una de las experiencias más mágicas que esta villa turística puede ofrecer. El limpio, fresco e inmenso cielo de invierno, configura uno de los mejores retratos de la Patagonia, una imagen realmente imperdible. La combinación del sol junto a la nieve logrará maravillas sobre los glaciares, asignándoles un brillo superior, sobre las transparentes y calmas aguas de las lagunas que se encuentran cercanas, así como sobre las altas cimas de los cerros y los exuberantes bosques que integran la región.

 

En cualquier momento del año, los paisajes que ofrece El Chaltén son caracterizados por una belleza suprema. Sin embargo, los atardeceres de julio son considerados tanto por los habitantes del lugar como por los turistas que han podido apreciarlos, un verdadero tesoro de la naturaleza. Bajo este calmo sol invernal, el visitante podrá disfrutar de un amplio abanico de opciones en cuanto a actividades ociosas que, además del trekking, incluyen paseos en catamarán por los azules lagos, observación de aves y reconocimiento de flora autóctona del lugar. A su vez, en cada una de estas prácticas al aire libre, el turista podrá estar en permanente contacto con la naturaleza, lo que posibilitará a su vez, apreciar cada uno de los colores que el cielo de invierno deja relucir a medida que transcurre el día y la jornada llega a su fin.

 

De este modo, al llegar el invierno, El Chaltén y toda la belleza del entorno que lo rodea, logran definir los paisajes y postales más vistosas, llamativas y apacibles. La naturaleza, adquiere un total protagonismo, el sol y su resplandor invadirán el espacio con un brillo especial y cada uno de los cerros, glaciares, bosques y lagunas, podrán contraer una dimensión única. Así, la Patagonia argentina luce espléndida al llegar la temporada de nieve, brindando a los turistas la posibilidad de vivir una estadía diferente, cálida y verdaderamente inolvidable.

El paisaje único de la Patagonia

Los paisajes que presenta la Patagonia argentina, logran atrapar a los turistas que visitan la región, sembrando el deseo de querer volver en cada nueva temporada. En otoño, la vegetación se presenta en colores de la tierra, rojizos y ocres, que terminan por configurar un paisaje único. En invierno la nieve es la protagonista principal, ya que se apodera de las cimas de los cerros y de las pistas de esquí atrayendo a los apasionados por los deportes en su manto blanco. Por su parte, la primavera, llega con su amplia gama de colores invadiendo cada rincón. Las flores empiezan a desprender su perfume, irrumpiendo el paisaje con un fresco y agradable aroma. El verano, junto al sol radiante, también permite definir un paisaje alucinante, donde las cristalinas aguas de los diferentes lagos, afluentes y arroyos, tientan a sumergirse en ellas ante el intenso calor veraniego. De este modo, el paisaje va adoptando diferentes formas y tonos, permitiendo al turista vivir una experiencia única.

 

Uno de los más imponentes paisajes que puede apreciarse al visitar la Patagonia es el Glaciar Upsala. Conformado por una muralla de blanco hielo, este glaciar tiene más de 50 kilómetros de extensión y los picos de hielo con que cuenta, alcanzan los 40 metros de altura, definiendo así una de las panorámicas más exquisitas de toda la región. Esta maravilla forma parte del reconocido Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz.

 

Otra de las majestades para no perderse por su atractiva presencia a las orillas del Lago Nahuel Huapi, es el Bosque de Arrayanes. Esta especie es una de las más características de toda la región lacustre de los andes patagónicos, que presenta una particular tonalidad rojiza, dejando boquiabiertos a los turistas que lo observan por primera vez, dada su exuberante belleza.

 

Una tercera opción respecto a paisajes únicos en la Patagonia, es el esplendoroso Cerro Fitz Roy. Confundido por mucho tiempo con un volcán en plena erupción, este cerro presenta la particularidad de que, dada su altura, se encuentra en permanente contacto con las nubes, lo que ha originado en tiempos remotos, que sea considerado como una “montaña que humea”.

 

Otro sitio que brinda una vista sin igual de todo el entorno natural que lo rodea, es el Lago Nahuel Huapi. Sus cristalizas aguas azules, sus brazos que se expanden por diferentes rincones de las provincias de Neuquén y Rio negro, y los diversos ecosistemas que habitan en él, permiten definirlo como uno de los lugares que provee a los visitantes, la mejor vista panorámica de la región.

 

El Glaciar Perito Moreno, configura otra de las maravillas de la naturaleza que es imposible perderse. En sí mismo se convierte en un espectáculo visual, ya que a medida que crece, se genera un lento y gradual derrumbe de sus paredes que conlleva varios días. Observar este desmoronamiento es quizás una de las más asombrosas sensaciones que pueden palpitarse.

 

Así, la Patagonia argentina luce espléndida en diferentes rincones de su extenso territorio, permitiendo al turista, alimentar la visión con paisajes realmente primorosos. ¿Cuál atractivo es tu preferido? Si visitas esta región, ¡no pierdas la oportunidad de recorrer cada uno de estos entornos naturales!.