1 dic 2012

Atardeceres de julio en El Chaltén

Al oeste de la provincia de Santa Cruz, podemos hallar un pintoresco pueblito denominado El Chaltén. En el mismo es posible apreciar una gran riqueza natural, integrada por lagos cristalinos, frondosos bosques, imponentes glaciares y majestuosos cerros. Esta villa turística cuenta a su vez con una amplia oferta de servicios que incluye alojamiento, gastronomía y entretenimiento. En sí, un sitio turístico por excelencia, altamente recomendado de visitar.
 
La zona en que se encuentra ubicado este poblado, presenta la particularidad de ser considerada una región de mutación entre la cálida estepa patagónica y el impactante bosque subantártico. Por este motivo es posible hallar en su espacio, una mágica combinación de riquezas naturales de invaluable valor. El trekking, la actividad preponderante de la zona, permite descubrir espacios exquisitos donde la naturaleza es la protagonista principal que acompaña a los turistas en cada una de sus travesías ofreciendo paisajes insuperables.
 
 
Sin embargo, una de las mejores postales que podemos disfrutar en El Chaltén, son los atardeceres de julio. Los viajeros que cuenten con la suerte de encontrarse recorriendo alguno de los senderos próximos al pueblo cuando el sol comienza a caer, podrán vivir una de las experiencias más mágicas que esta villa turística puede ofrecer. El limpio, fresco e inmenso cielo de invierno, configura uno de los mejores retratos de la Patagonia, una imagen realmente imperdible. La combinación del sol junto a la nieve logrará maravillas sobre los glaciares, asignándoles un brillo superior, sobre las transparentes y calmas aguas de las lagunas que se encuentran cercanas, así como sobre las altas cimas de los cerros y los exuberantes bosques que integran la región.
 
En cualquier momento del año, los paisajes que ofrece El Chaltén son caracterizados por una belleza suprema. Sin embargo, los atardeceres de julio son considerados tanto por los habitantes del lugar como por los turistas que han podido apreciarlos, un verdadero tesoro de la naturaleza. Bajo este calmo sol invernal, el visitante podrá disfrutar de un amplio abanico de opciones en cuanto a actividades ociosas que, además del trekking, incluyen paseos en catamarán por los azules lagos, observación de aves y reconocimiento de flora autóctona del lugar. A su vez, en cada una de estas prácticas al aire libre, el turista podrá estar en permanente contacto con la naturaleza, lo que posibilitará a su vez, apreciar cada uno de los colores que el cielo de invierno deja relucir a medida que transcurre el día y la jornada llega a su fin.
 
De este modo, al llegar el invierno, El Chaltén y toda la belleza del entorno que lo rodea, logran definir los paisajes y postales más vistosas, llamativas y apacibles. La naturaleza, adquiere un total protagonismo, el sol y su resplandor invadirán el espacio con un brillo especial y cada uno de los cerros, glaciares, bosques y lagunas, podrán contraer una dimensión única. Así, la Patagonia argentina luce espléndida al llegar la temporada de nieve, brindando a los turistas la posibilidad de vivir una estadía diferente, cálida y verdaderamente inolvidable.

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