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30 nov 2012

Peninsula Valdes


Puerto Madryn, ciudad de la provincia de Chubut, Argentina, que se encuentra sobre mar argentino, Océano Atlántico, es considerada la puerta de entrada a la Península de Valdés. Por esta razón, constituye uno de los centros turísticos más importantes no solo de la Patagonia Argentina sino de todo el país. 

Estando en el sur argentino, uno de los mayores atractivos de Puerto Madryn es la excursión hacia la Península, pues es un espectáculo único y digno de ver, ya que se trata de un reservorio de vida silvestre único en el mundo que ofrece la posibilidad de observar en su hábitat natural a gran cantidad de animales, incluidas las ballenas francas australes. 



La Península de Valdés es un lugar fascinante porque presenta una amplia diversidad de animales, pájaros y peces. Podrás ver desde elefantes marinos, ya que es la única colonia continental en el mundo, lobos marinos, guanacos, ñandúes, cormoranes, orcas y, por supuesto, la ballena franca que cada año llega entre julio y noviembre para parir y enseñar a sus ballenatos.  Esta última es la mayor responsable de haber hecho famosa a la península, pues nadie quiere perderse el bello espectáculo de ver desde un barco cómo la ballena con sus enormes alas se impulsa hasta sacar su cuerpo del agua completamente. Y esa gran variedad de fauna ha sido reconocida ya que la Península fue premiada siendo parte de los 7 Patrimonios de la Humanidad declarado por la UNESCO en Argentina.

La Reserva Natural Península de Valdés se erige en Chubut como el principal centro de atraccion turística. Y no es para menos. Las escenas que allí se viven son realmente impactantes, dejando atónito hasta al turista más racional y frío. 

Al llegar a la Península lo primero que podrás apreciar es el istmo "Carlos Ameghino" que es el que la conecta con el continente. Se trata de un lugar muy bello ya que el agua golpea a ambos lados y cualquiera sea el sitio al que mires, aparecerá el azul del agua y el celeste del cielo espléndido. De un costado encontrarás el Golfo Nuevo, del otro el Golfo San José, ambos muy famosos por ser los lugares en donde se hacen los bautismos submarinos. 

Luego vas a entrar a  la Reserva Integral de la Península Valdés y allí podrás entrar al Centro de Interpretación F. Ameghino y el Museo Regional Fuerte San José en donde podrás despejar todas tus dudas acerca de los lugares para conocer y obtener todo tipo de información. 
Perplejo por los paisajes, en ese lugar vas a poder desviarte hacia la Isla de los Pájaros o seguir ingresando hacia la Península. La isla se encuentra a 5 kilómetros de la entrada y es digna de conocer ya que es elegida por la avifauna para anidar. 

Luego de hacer aproximadamente 25 kilómetros empiezan a levantarse los acantilados dorados y a verse el agua azul. Es en este momento cuando has llegado a Puerto Pirámides, la única población de la reserva. Este es el lugar privilegiado en el que podrás ver a las ballenas que comentábamos antes. Los mamíferos llegan en junio y habitan hasta diciembre en el golfo para procrear y parir a sus crías. Aquí podrás caminar por la playa, ver a lo lejos las ballenas o hacer excursiones para verlas desde adentro del agua y muy de cerca. Es un espectáculo único observar a unos pocos metros cómo la ballena se levanta para dejarse ver por completo y volver a caer desplegando una lluvia inmensa de agua. 

Conocer toda la Península y la infinidad de atractivos que tiene implica recorrer 400 kilómetros por un camino ripio, pero realmente vale la pena. Durante el viaje podrás conocer, además de todo lo que ya fuimos viendo, los siguientes puntos:

- Punta Norte: tiene la única elefantería del mundo en territorio continental.
-Lobería de Punta Pirámide: aquí podrás ver lobos marinos de un pelo que en los meses comprendidos entre diciembre y marzo se reproducen y tienen cría.
- Caleta Valdés: aquí podrás ver elefantes y lobos marinos.
- Punta Pardelas: es una playa ideal para los amantes de la pesca, el snorqueling y el buceo. 12 kilómetros la separan de Puerto Pirámides y algo muy lindo para quienes gustan de las travesías es que se puede llegar desde allí haciendo trekking por los acantilados.
- Punta Delgada: Se encuentra en el extremo de la Península de Valdes. Allí podrás ver un viejo faro que actualmente funciona como hotel.

El sur de Argentina tiene muchas riquezas para mostrar a todo el mundo. Llegar allí es una experiencia verdaderamente mágica que te mostrará cosas que jamás te hubieras imaginado. Poder alcanzar el contacto directo con una naturaleza que no estás acostumbrado a ver, será una experiencia maravillosa.

24 nov 2012

Reserva Ecologica UNL en Santa Fe

En todo el territorio del planeta, en cada país, ciudad y poblado; existen paisajes y lugares de una excelsa belleza, espacios que no tienen paralelo. Allí donde la naturaleza se pone en alza, rebosante de una hermosura que no puede ser producto de una imperfecta creación de los hombres.

Sin embargo, somos los hombres lo que accionamos de manera irresponsable y depredadora frente a la naturaleza. Cada vez que una tragedia natural se desata, tales como inundaciones arrasadoras y profundas sequías, nos preguntamos por qué suceden cosas como ésas, pero esos cuestionamientos se diluyen pronto, con el pasar de los días, y lo que pudo haber sido motor de conciencia, se convierte en una noticia efímera como tantas otras.

No obstante, existe un sector, o sectores, de la población mundial que milita por el respeto de la ecología, de la naturaleza, del estado natural de los sitios, de las comunidades nativas; que luchan contra la explotación indebida de los recursos, contra la megaminería a cielo abierto, contra la utilización desmesurada de la tecnología que impacta sobre el entorno, y por la reducción del material contaminante. La obra predadora del hombre se ve reflejada en la tala indiscriminada de bosques, en la caza de animales en peligro de extinción, en la utilización de pesticidas, en la absurda contaminación de las aguas… en fin, la enumeración podría ser mucho más extensa. Pero con ello queremos poner en evidencia la multiplicidad de problemáticas que acarrea la soberbia actitud de los hombres, que, creyéndose superiores, destruyen lo que la tierra nos ofrece, a cambio de suntuosas sumas de dinero.

En este sentido, frente a una inminente necesidad, en las últimas décadas se han generado espacios que se conocen como reservas.  Mencionamos en este caso, a la reserva de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, Argentina. Una reserva natural o reserva ecológica es un área protegida, orientada a poner en alza la importancia de la vida silvestre, de la flora y de la fauna. Además de los fines de conservación, las reservas buscan proveer oportunidades de investigación y de educación. Como dato duro, y no por ello poco significante, podemos mencionar que existen actualmente unos 930 millones de hectáreas protegidas en todo el mundo que corresponden a 10.000 reservas protegidas y a reservas de la Biosfera, controladas por la UNESCO.



En este sentido, bajo esta premisas e impulsada por la necesidad, se crea en 1998, la Reserva Ecológica de la UNL. Se encuentra ubicada al norte de la Ciudad Universitaria, junto al Predio UNL-ATE y frente a la laguna Setúbal. Se constituye un espacio natural que posee una superficie aproximada de doce hectáreas, y que tiene como razón de ser, fundamentalmente, la preservación del paisaje propio del valle aluvial del río Parana, enclavado prácticamente en un ambiente urbano. La iniciativa nace de un convenio entre la Universidad y la Fundación Hábitat & Desarrollo. Allí conviven múltiples especies que, por su riqueza y diversidad, postula a la reserva como un lugar ideal para realizar actividades de investigación, de extensión y de docencia.

El espacio es un lugar accesible, para toda la población, y con entrada gratuita. Investigarlo es llevarse consigo una experiencia nueva, y una instancia de aprendizaje aplicable inmediatamente a la generación de mayor conciencia y respeto por la vida, por la naturaleza, y por nosotros mismos.

No te pierdas de conocer la Reserva Ecológica UNL en Santa Fe.

B.Nocioni.