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10 dic 2012

Valles Calchaquies


Los Valles Calchaquíes son un conjunto de valles y montañas que se encuentran al Noroeste de Argentina y se extienden durante 520 kilómetros de norte a sur por la región centro de la provincia de Salta, extremo oeste de la provincia de Tucumán y región noreste de la provincia de Catamarca. Así, los Valles abarcan a tres provincias argentinas: Salta, Tucumán y Catamarca. Si estás planificando tu viaje a Salta, no dejes de visitar este sitio, uno de los más turísticos de Argentina gracias a su belleza natural y riqueza cultural.

Este maravilloso atractivo natural de Salta se encuentra bañado por el río Calchaquí que recorre los valles de norte a sur y, más al sur, por el río Santa María. Ambos confluyen cerca de la localidad de Cafayate formando el río de las Conchas.

En toda su extensión, los valles dan lugar a diferentes pueblos antiguos y sitios precolombinos y coloniales como Cachi, Amaicha del Valle, Santa María, Cafayate, San Carlos, Angastaco, Molinos, Seclantás, entre otros asentamientos. Cada uno de ellos ofrece un gran patrimonio tanto cultural como histórico que hará que te acerques más a las costumbres y tradiciones aun vigentes. La belleza de estos lugares no tiene comparación con nada. La naturaleza, las montañas, las casas de adobe, el cielo límpido, los trabajos artesanales, los colores propios de los objetos típicos son los protagonistas de este escenario sorprendente del cual seguramente jamás te olvidarás.

Todos estos pueblitos que componen el Circuito de los Valles Calchaquíes son casi imperceptibles tras los cerros y montañas pero, una vez que nos acercamos, la magia se apodera de la situación y todos ellos, aunque diferentes, tienen la capacidad de trasladar a otros tiempos al visitante. Así, este tradicional y tan concurrido circuito exhibe múltiples atractivos gracias a la presencia de diferentes paisajes, a la arquitectura, a la cultura de los pueblos, a las tradiciones, a las festividades con herencias ancestrales, a la cordialidad y amabilidad de los habitantes.



Cachi, Amaicha del Valle, Santa María, Cafayate y todos los demás asentamientos que integran los valles, han sido escenarios de la formación de nuestro país y es por eso que tienen gran importancia histórica. Antiguamente estos valles contaron con una gran población integrada por grupos de origen Diaguita o Calchaquí. 

Todos ellos eran muy sabios y tenías bastos conocimientos sobre la fundición del bronce, alfarería, riego, fabricaban tejidos y tallaban en piedra. Además, constituyeron uno de los últimos focos de resistencia a la conquista del imperio inca, primero, y la española luego. Los pobladores fueron testigos de acontecimientos históricos muy importantes como los primeros asentamientos de las misiones jesuíticas (por ser un sitio importante como ruta de comercio transandina ya que por allí pasaban el camino del Inca y las caravanas de llamas desde o hasta el Alto Perú) y el advenimiento del falso inca Pedro de Bohorquez, que desencadenó la última rebelión y finalmente el sometimiento del pueblo calchaquí.

Recorrer los Valles Calchaquíes te llevará no menos de dos o tres días y lo ideal será alquilar un auto o contratar un tour. El camino tiene realmente muchos atractivos y ningún rincón tiene desperdicio. Se debe tener en cuenta que según el momento del día en el que se recorra, el paisaje será diferente ya que en diferentes horas la luz va resaltando algunos elementos y no otros.

Si eliges recorrer los valles en auto deberás saber que, especialmente al mediodía y a la siesta, el calor es muy intenso, por eso lo recomendable es no hacer tramos largos durante esas horas. Solo algunos tramos son asfaltados y es por eso que es conveniente transitar con ventanillas cerradas para evitar la entrada de polvillo y siempre con el aire acondicionado encendido. Además considera que en el camino hay grandes distancias entre las estaciones de servicio, por lo que tendrás que controlar que antes de salir el tanque de combustible del auto esté lleno. Podrás encontrar gasolineras en Cachi, Molinos, Angastaco, San Carlos, Cafayate, la Viña, Coronel Moldes, El Carril, La Merced y Cerrillos, así que, asegúrate de tener combustible para llegar, como mínimo, a alguno de estos pueblos para volver a cargar.

Durante todo el recorrido, desde Cachi hasta La Poma por el norte y hasta Molinos por el sur, las alturas, el verde, las piedras, las montañas, los pimientos secándose al sol, las haciendas, las iglesias, los sitios arqueológicos, las viviendas de adobe, los telares imprimen belleza e inmensidad a un paisaje natural sin igual.

Visitando Salta y los Valles podrás conocer de manera profunda la más pura cultura de los pueblos calchaquíes, haciendo un viaje por la historia, disfrutando de su clima bohemio y acercándose un poco más a los pueblos que nos precedieron.  

25 nov 2012

Carnaval salteño



El carnaval es una festividad que se celebra en varias partes del mundo. Argentina no queda afuera de esto y los puntos geográficos donde se realizan los carnavales son Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, la Ciudad de Buenos Aires y, por supuesto, Salta. En esta última provincia el Carnaval representa una de las festividades más multitudinarias, masivas y con mayor trayectoria. Nadie quiere quedar afuera de los festejos, pues ya es una tradición instalada en el imaginario popular y en la vida de cada uno de los salteños. Durante los días de carnaval se da rienda suelta a la alegría, la diversión y todos se reúnen para festejar.

En Salta el carnaval dura desde su desentierro hasta el entierro, manifestándose en el ánimo de todo el pueblo más allá de las diferencias culturales y sociales. En cada zona adquiere particulares características que recorren desde los corsos urbanos con sus comparsas callejeras barriales a las coplas, carpas, bagualas, zambas y cuecas, pasando por el “pinpin” de la selva subtropical o los juegos con harina y agua en el norte. El elemento común de todo este tipo de fiestas, que adquieren diferentes personalidades según las zonas, son la música, la alegría y las ganas de compartir el momento con vecinos, familiares y amigos. Así, el carnaval salteño, y todas sus manifestaciones, es una de las fiestas populares más viva de la Argentina.

Si te encuentras en Salta en la época de los carnavales podrás ser parte de los tradicionales “corsos salteños”, una de las actividades elegidas para disfrutar y divertirse durante la temporada de verano. Por su parte, en  el Valle de Lerma se realiza el particular “Corso de las Flores” en Cerrillos. En el norte de la provincia el carnaval también es una costumbre muy arraigada. Allí se hacen los “Corsos Color” a los que asisten bailarines de “pim pim”, una danza ancestral que le da a los desfiles un carácter más de ritual y antropológico. Aquí los visitantes podrán acercarse a la cultura y las costumbres, además de divertirse viendo comparsas tradicionales. Otro de los grandes festejos en Salta es el Carnaval Puneño de San Antonio de los Cobres y Tolar Grande en los que las comparsas incluyen topada de comadres y concursos de copleros con caja. Estos carnavales también te permitirán conocer más sobre las tradiciones y la historia ya que están mucho más relacionados a las creencias heredadas y a la cultura de los pueblos.

En la mayoría de los pueblos de Salta los carnavales se festejan así, rememorando los antepasados, haciendo honor a las creencias antiguas de los pueblos originarios, poniendo en juego ritos precolombinos y llevando a cabo rituales que se realizaban mucho antes de ser denominados como “fiesta de carnaval”.

Si hablamos de la historia del carnaval en la ciudad de Salta y sus alrededores, tendremos que hablar de un largo proceso de mestizajes entre los ritos ancestrales de la vieja Europa y el paganismo del imperio incaico, además de la recepción constante de hábitos provenientes del norte. Actualmente hay grandes diferencias en los festejos de carnaval que se basan en las costumbres europeas y las locales. Hoy, en Salta las fiestas son multitudinarias, se le da mucha importancia a las carrozas, comparsas y murgas, todos los habitantes festejan por igual sin importar condición social o jerarquía y, por supuesto, algo esencial y tradicional es el uso de la albahaca que, tal como dice la leyenda, alegra el espíritu y deja de lado los pudores.

Como ya dijimos, el carnaval es una de las celebraciones más populares de Salta. Su  esencia son los contenidos hereditarios y las creencias, tradiciones y supersticiones que dejaron como legado los pueblos originarios y antiguos pobladores y que aun hoy se atesoran y conservan en lugares como los Valles Calchaquíes, el Valle de Lerma, Cerrillos, Iruya, Santa Rosa de Tastil y Tuyuntí, en el limite con Chaco. En la Ciudad de Salta, los corsos son grandes y cuentan con la participación de comparsas, murgas, conjuntos artísticos, disfraces individuales y carrozas. Es una verdadera fiesta a la que asisten todos y en la que el color, el ritmo, la alegría y la diversión toman protagonismo. Por las calles podrás ver comparsas que pasan con personajes saltando y bailando al ritmo de cánticos y simulando ser diablos, indios, dioses, rememorando antiguas tradiciones.  Cada agrupación se identifica con una copla y con un símbolo y cada año se presentan para demostrar su algarabía y reafirmar el pacto con las costumbres de antaño. Son tradicionales las comparsas de indios como Los Siancas, Los Incas, Los Toncas, Los Teuco, Los Kamba, Civilización Huayra y Huayra Calpa.

Llegar a Salta cuando se festeja el carnaval será un privilegio. La algarabía de los protagonistas te seducirá y contagiará y seguramente podrás acercarte más a la cultura de los pueblos que alguna vez reinó en el territorio que hoy vivimos.