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10 dic 2012

Tour por Tafi del Valle y las Ruinas de Quilmes


Conocemos el mundo desde un lugar determinado, finito, compuesto por cosas cercanas, propias. Nuestro mundo. El universo se reduce a lo que sabemos de él, a lo que vivimos, a nuestras experiencias más fortuitas. Los lugares son los que percibimos, y los espacios son tan grandiosos como podemos imaginar. Cuando esa perspectiva se hace más amplia, es porque vivimos algo nuevo para atesorar como propio. Por eso, estamos permanentemente en esa emocionante búsqueda por redescubrir. Lo desconocido nos genera una dosis de adrenalina que nos lleva a aventurarnos hacia los rincones más llamativos y nos hace personas más ricas.

En este caso, te contamos acerca de uno de los lugares más bellos del norte argentino: la provincia de Tucumán. La aridez de una tierra que se mixtura a la exuberancia de sus selvas y bosques, genera un paisaje natural extraordinario. De esos sitios que enaltecen la hermosura de la Madre Tierra.

Nos adentramos en las Ruinas de Quilmes y el maravilloso Tafí del Valle, uno de los destinos turísticos más convocantes en este país. Las Ruinas se postulan como un sitio de pie, marcado por la historia y llenas de narraciones. Relatos contados desde su materialidad, relatos que tienen que ver también, con las luchas en contra del arrebato de la tierra propia, con la sangre, con el heroísmo en el más humano de sus sentidos. Las Ruinas son testigo de más de un siglo de enfrentamiento de los nativos contra el dominio español.



En la actualidad, podemos visitar este sitio, apreciando su belleza y conociendo un fragmento importante de la historia argentina. Por eso, te contamos cómo llegar y partir hacia este destino sin paralelo.

A las Ruinas de Quilmes se puede llegar desde Cafayate, provincia de Salta, y también desde la hermosa localidad tucumana de Tafí del Valle.  Al llegar a la Ruinas, las montañas inspiran inmensidad, el paisaje que nos abraza se vuelve majestuoso, perfecta creación de los dioses.

Las ruinas pertenecían a los indios calchaquíes, que se hallaban ubicados sobre las laderas de las sierras, y también,  sobre el cordón montañoso llamado Calchaquí, lo que les otorga la denominación a las tribus. Estas comunidades hacían uso de la tierra y de la naturaleza, adorándola al mismo tiempo. Allí criaban animales y sembraban quinoa, maíz y otras plantaciones que servían para alimentar al pueblo.

La vegetación típica se hace presente, los cactus se entremezclan en esas tierras anaranjadas, rojizas y marrones, que, al ser tocadas por el reflejo del sol, generan una gama de colores tan cálidos como hipnóticos.

La parte más elevada de las ruinas era el lugar escogido antiguamente, como fortaleza de defensa ante el enemigo. Los conquistadores españoles, al llegar encontraron un fuerte y organizado movimiento de resistencia, y aunque finalmente lograron imponerse, las comunidades nativas se postulan como verdadero símbolo de lucha.

Una ruta de ripio nos lleva al pie del cerro Alto del Rey, es allí donde se levanta esta imponente ciudad y donde se encuentra el museo local. En la institución se pueden ver los numerosos hallazgos de elementos pertenecientes a esta antigua civilización, entre ellos se destacan jarrones de barro, cerámicas, flechas y otros fundamentales en la vida cotidiana de aquellos hombres.

Este asentamiento prehispánico, de los más importantes de la Argentina, fueron habitados por la tribu calchaquí, aproximadamente desde el año 800 d.C. hasta el año 1666.  Hoy, recorrer las ruinas es introducirse en esa historia, caminar pos sus pasajes, galerías y senderos, es apreciar cada fragmento como un elemento aún vivo, convocante y místico.

La localidad de Tafí del Valle, punto de partida de la mayoría de las aventuras hacia las ruinas, fue durante mucho tiempo, un sitio habitado por jesuitas que desarrollaban en esas tierras, actividades agropecuarias. En la actualidad, Tafí del Valle se convirtió en una villa de veraneo sumamente concurrida por cientos de turistas que la eligen como destino principal. El microclima que tiene la ciudad, es uno de los factores más atractivos que posee, a lo cual se suman sus impecables bellezas naturales. Además, su espacio urbano es muy atractivo y realmente acogedor. Con sus pequeñas y empedradas calles, y una infraestructura arquitectónica histórica, Tafí es un lugar que invita a ser caminado. En su calle principal, nos encontramos con los típicos productos artesanales, como cueros, tejidos y lanas de oveja, hasta ponchos y telares, además de comidas regionales y otras exquisiteces, como quesos, salames y los mejores vinos.

También podemos, alejándonos un poco de la ciudad, adentrarnos a caballo por los cordones montañosos que nos permiten apreciar un entorno incomparable y disfrutar del silencio y el aire puro.

Descubrir Tucuman, no es sólo conocer la belleza innegable de la naturaleza que nos rodea. Es adentrarse a un Tucumán histórico y propio. Aventurarse es la cuestión.

28 nov 2012

San Pedro de Colalao

Encontrarás una muy buena oferta de tours en Tucuman para conocer todos sus atractivos
culturales y naturales. Partiendo desde la ciudad de San Miguel de Tucumán, la capital provincial,
podrás realizar diferentes tipos de visitas hacia los principales puntos de interés de la provincia,
como la zona de la villa turística del Dique El Cadillar, la Reserva Aguas Chiquitas, Tafí del Valle y la
zona de las Ruinas de Quilmes.

Uno de los circuitos quizás más alejados de San Miguel pero que bien vale la pena que visites si
disfrutas de las maravillas de los entornos naturales, junto con la posibilidad de realizar diferentes
actividades vinculadas al turismo rural y alternativo, es el recorrido por el Valle de Choromoros. En
esa región, a la que se accede tomando por la ruta 9 con rumbo norte en relación a la ciudad de
San Miguel, encontrarás la pequeña y pintoresca localidad de San Pedro de Colalao.



Se encuentra ubicada a más de mil metros de altura sobre el nivel del mar y forma parte del
departamento Trancas. Uno de sus principales atractivos es su historia, ya que se trata de una
población desarrollada durante la etapa colonial de la provincia, cuya fundación se registró en el
año 1875 y mantiene sus edificaciones de época. Con el paso de los años, este hermoso poblado
fue ganando reconocimiento turístico gracias a su microclima especial y a los entornos naturales
que la enmarcan.

Todo el poblado se ubica dentro de una región de bosques en la base de las cumbres Calchaquíes,
que forman parte del Parque Natural Cumbres Calchaquíes, y en las cercanías del río Tipas con
su importante caudal de agua. En un recorrido por sus callecitas, podrás apreciar las lindas
edificaciones coloniales de hasta dos pisos, que aún se mantienen en pie en todo el centro.

Si le dedicas un día completo a este destino podrás recorrer sus principales atractivos, los que se
ubican en el llamado Circuito Chico, de hasta cinco kilómetros de extensión. Comienza en lo que es
el casco céntrico de San Pedro, en el que encontrarás los principales paseos públicos.

Una parada obligada es la plaza principal, llamada Leocadio Paz, que se ubica entre las calles 24
de septiembre, 25 de Mayo, Las Heras y 9 de julio. Una vez allí podrás disfrutar de la sombra
generosa que regala la frondosa arboleda, constituida principalmente por tipas, que es el árbol
más típico de esta región. La plaza está enmarcada por las casas coloniales que conformaron el
centro histórico y se mantiene como un punto de encuentro privilegiado para los pobladores.

Una segunda parada en tu recorrido la merece la Iglesia de San Pedro, la que encontrarás justo
frente a la plaza. El templo fue construido también en el siglo XIX por los hermanos Médici,
italianos provenientes de la ciudad de Módena. Entre sus principales atractivos se encuentran el
lienzo pintado con la imagen de la Inmaculada Concepción de la Virgen, la imagen de los santos
tallados en madera blanda y una imponente campana bañada en oro y cobre.

María Luz Sallietti

Ruta del Artesano en Tafí del Valle

Tucumán es una provincia con innumerables atractivos y destinos que el turista no puede dejar
de conocer, lugares que lo sorprenderán y deleitarán todos sus sentidos. Uno de ellos es sin
lugar a duda Tafí del Valle, llamada por los aborígenes diaguitas como “el pueblo de la entrada
espléndida”, es uno de los destinos más atractivos debido a su gran belleza paisajística.
Ubicado a 107 kilómetros de la capital provincial, San Miguel de Tucumán, y a unos 2000
metros de altura sobre el nivel del mar, es uno de los destinos tucumanos más sorprendentes
gracias a sus colores verdes y marrones que contrastan con el azul del cielo.

Esta localidad posee un clima más que agradable por lo que es posible visitarla durante
cualquier momento del año. Es uno de los principales destinos del territorio argentino, donde
las opciones para el disfrute de los turistas son muchas y variadas: desde prácticas deportivas
como las caminatas y/o cabalgatas por los senderos trazados en sus cerros, práctica de kayac
o canotaje en el increíble Dique La Angostura, los circuitos de mountain bike en caminos de
tierra; hasta recorridos y excursiones culturales como las visitas para comprar productos
artesanales, la degustación de los más sabrosos platos típicos de la región como así también el
recorrido por sus calles históricas. Una de las alternativas para aquellos que deseen descubrir
el impresionante legado cultural de la región, es recorrer la Ruta del Artesano en Tafi del Valle.



Las artesanías de Tucumán poseen un sello único, propio de su pueblo. Son uno de los
atractivos para todos los visitantes, quienes no pueden viajar a esta provincia sin llevarse un
recuerdo bien típico. Cada una de las artesanías que se producen son generalmente una forma
de homenajear a la Pachamama o Madre Tierra y un reflejo del espíritu hacendoso de sus
pobladores, quienes conservaron sus tradiciones ancestrales y las fueron transmitiendo de
generación en generación, de modo que no se perdieran.

Justamente este es uno de los objetivos que tiene esta Ruta del Artesano: revalorizar las
tradiciones y costumbres de los antiguos pobladores a través de la conservación de los
métodos de elaboración de distintos elementos. En este recorrido el turista podrá empaparse
con la cultura local, aprendiendo los distintos modos de producción con un toque personal que
añade cada artesano.
Las artesanías que se producen abarcan una amplia gama, se trabaja en cuero, lana, arcilla,
piedra y muchos otros materiales extraídos de la zona. Los tejidos se realizan con lana de oveja
y pelo de llama utilizando tintes como el molle, el nogal, el tuibarbo y el hollín, cada uno de
ellos provenientes de la flora autóctona que conforma la vegetación típica de la región. Los
telares a su vez, se trabajan con diversas técnicas como el telar de cintura, pala, peina o a
pedal, siendo uno de los productos más característicos el poncho tucumano en tonalidades
borravino y beige.

Las piezas talladas a mano en piedra por los habilidosos artesanos, quienes con ayuda de sus
cinceles trabajan para dar forma a la materia prima, son otra de las artesanías tradicionales
que el turista no puede dejar de apreciar y adquirir como un recuerdo. Las figuras de
menhires, llamas, mascarones y pachamamas son algunas de las más comunes, pero también
se pueden encontrar otras figuras, todo depende de la creatividad e inspiración de los
artesanos.

La gastronomía forma una parte indiscutible de los productos regionales de esta ruta, con
su increíble oferta de dulces artesanales, mermeladas y jaleas, tortas, alfajores, licores,
chocolates, frutos en almíbar, frutas secas, vinagres aromáticos y muchos otros productos que
el visitante podrá degustar y comprar para disfrutar de estos sabores tan propios de Tucumán
en su hogar.

La ciudad de San Miguel de Tucumán no está exenta de estas artesanías. El viajero se
sorprenderá con las obras de arte que se pueden encontrar en las esquinas del centro de la
ciudad, en las calles o locales ubicados alrededor de la Plaza de la Independencia, la plaza
principal de Tucumán, donde se pueden adquirir mates, accesorios, carteras y bolsos de cueros
entre tantos otros productos artesanalmente elaborados que llevan el sello característico
tucumano.

Esta Ruta del Artesano es una oportunidad única para entablar un contacto directo con la
cultura de las antiguas civilizaciones que habitaron este lugar, es una forma de conectarnos
con el pasado que se hace presente en estas manifestaciones artísticas que nos cuentan
historias y nos transmiten ese legado cultural e histórico tan valioso. Es un paseo donde se
sorprenderá de la habilidad, creatividad y esmero que los artesanos ponen a cada una de
sus creaciones, es un paseo que no tiene desperdicio. Anímese a descubrir todo lo que estos
incansables trabajadores ofrecen y déjese llevar por los relatos de un pasado que vale la pena
conocer.