La Catedral Metropolitana es uno de los
edificios más imponentes de Capital Federal siendo además el principal templo
Católico de Argentina. Si usted está hará una escapada a Buenos Aires, no puede dejar de visitar esta atractiva obra arquitectónica.
La construcción de su estructura se culminó
entre 1752 y 1852 aunque su decoración se vio completada para 1911. Haciendo
una retrospección en el tiempo, el templo actual comenzó siendo una pequeña
capilla de adobe allá por el año 1593; luego de madera pero en definitiva todos
materiales precarios que no perduraban en el tiempo y que hacían que luego de
algunos años se comience a derrumbar. La actual Catedral pasó por seis
construcciones diferentes renóvandose también los responsables de ellas:
arzobispos, las autoridades españolas, luego intendentes y también arquitectos,
ingenieros y decoradores. Por ello y por haberse construido en un periodo de
tiempo tan amplio, la Catedral tiene una multiplicidad de estilos y técnicas.
Sobre todo en su interior, es posible
observar una diversidad de estilos diferentes producto de los 2 siglos de
decoraciones, restauraciones y redecoraciones (comenzaron en el siglo XVIII y
culmianron en el siglo XX). Tiene elementos barrocos y románicos
fundamentalmente y es destacada mundialmente por sus dimensiones. Su nave
central cuenta con casi 100 metros de largo y su piso, de bellos mosaicos
diminutos casi llegan a cubrir una superficie de tres mil metros cuadrados.
Contra lo que muchos piensan, en vez de tener tres naves, cuenta con cinco
siendo la principal, cubierta por una cúpula, de 41 metros de altura.
Además, es una de las pocas catedrales de
Argentina que cuenta con un Nártex que sería como un amplio vestíbulo, entre el
pórtico principal y otra puerta para acceder a las naves del templo.
En algunas oportunidades se la ha comparado
con la Iglesia de Madeleine de Prís pero luego se refutó esa idea por varias
diferencias. Nuestra Catedral cuenta con 12 columnas y su par francesa con
ocho, además las obras en esta última concluyeron en 1842 cuando la Catedral
Argentina estaba por concluirse en 1822. Más bien se asemeja a el Palacio de
Bourbon. Las 12 columnas mencionadas de la fachada representan a los 12
apóstoles que acompañaban a Jesús.
En 1856 el gobierno de la ciudad ordenó
construir en un terreno colindante el lugar de la Curia eclesiástica en manos
de Pedro Fosati y su estilo italiano.
Importante es mencionar que la Catedral fue
declarada Monumento histórico en 1942 y que en 1994 comenzó un arduo trabajo de
restauraciones a cargo del arquitecto Norberto Silva. Los intensos trabajos
finalizaron en octubre de 1999 y fueron celebrados con una misa brindada por el
entonces arzobispo Bergoglio.
En el interior de la Catedral se pueden
encontrar los restos de varios personajes importantes de nuestra historia
siendo uno de los principales el mausoleo del gral San Martín. Asimismo tiene
varias capillas y cuenta con pinturas de las 14 estaciones del vía crucis. El
altar mayor es enorme y dorado, tiene formas espiraladas y ornamentado con
flores y piedras.
Sin lugar a dudas, la Catedral metropolitana
constituye un verdadero monumento cultural e histórico. No solo refleja la
presencia de un país católico sino que también es reflejo de nuestra historia,
los estilos que influenciaron en nuestro arte y de la particular característica
argentina de comienzos y recomienzos, parches, mejoras y restauraciones…. Todo
ello la hace un imperdible lugar no solo para fieles sino también para todo
turista que pase por la vereda del frente, la Plaza de Mayo.