Encontrando fosiles del Parque Nacional Talampaya

El Parque Nacional de Talampaya es una reserva natural creada en 1975 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Pertenece a la provincia de La Rioja, se encuentra al oeste de la misma, en el “Valle del Bermejo” y ocupa más de 200 mil hectáreas. Se creó con el fin de proteger importantes yacimientos paleontológicos y  arqueológicos  de la zona y su eco región, de una belleza característica contiene flora y fauna típicas del monte argentino. Un hermoso programa para disfrutar en familia es visitar el Parque Nacional, recorrerlo de punta a punta encontrando restos fósiles y aprendiendo sobre nuestra prehistoria simultáneamente. 

El Parque Nacional de Talampaya, situado en la provincia de La Rioja, surgió como producto de movimientos tectónicos (movimientos de la corteza terrestre) y de la erosión provocada por el agua y los vientos en un clima desértico, de amplias variaciones de temperatura (con mucho calor de día y muy bajas temperaturas de noche), lluvias torrenciales en época de verano y vientos huracanados en primavera. Talampaya, junto con Ischigualasto o Valle de La Luna (en San Juan) comparten el prestigio a nivel mundial por ser un “paraíso geológico” ya que allí se pueden encontrar piedras que documentan la evolución de la tierra por más de 45 millones de años.

Talampaya se caracteriza por ser una aglomeración de rocas de diversos tamaños de color rojo pardo, piedras formadas por arenisca que, debido a los efectos de la erosión han resultado en una diversidad de formas llamadas “Los Reyes Magos”, “Tablero de Ajedrez”, “La Catedral”, y “El Fraile” entre otras.

El parque es una de las reservas paleontológicas más importantes del mundo. Allí se encontraron diversos restos fósiles como el “Lagosuchus talampayensis”, que fue uno de los primeros dinosaurios en habitar la tierra, 250 millones de años atrás. También se descubrieron fósiles de tortugas como la “Palaeocheris talampayens” que data de unos 210 millones de años de antigüedad.

Gracias a estudios geológicos y paleontológicos que se realizan año a año en esta y otras áreas de nuestro país, se están pudiendo completar investigaciones acerca de los orígenes de dinosaurios así como de los reptiles mamiferoides, que posteriormente evolucionaron en mamíferos.

Talampaya, que proviene de voces quechuas que significan “Río seco del Tala”, es un lugar lleno de misticismo por sus figuras caprichosas y por documentar el paso de gran parte de la historia de los cambios geológicos que ocurrieron en la tierra. En los períodos pérmico y triasico se sucedieron acumulaciones de óxido y cenizas; donde luego, por su estructura de arenisca sedimentaria comenzó a resquebrajarse formando diversos niveles y estratos que se distinguen por sus colores. 

Talampaya también posee una notoria riqueza arqueológica por sus grabados y pintados realizados en cerámicas y piedras dando testimonio de ocupaciones terrestres ocurridas entre los 120 y 1180 de nuestra era. Cuevas y aleros muestran como se fabricaban viviendas, depósitos y enterratorios.

Científicos de la Universidad Nacional de La Rioja aseguran que este lugar es único en el mundo ya que allí se pueden estudiar los orígenes de la tierra en periodos de cambios cruciales de la evolución. Así como también se pueden mostrar las diferentes especies que dinosaurios que habitaban la Cuenca como el Riojasauros Incertus de 10 metros de longitud y 220 millones de años de antigüedad; Lagosuchus Talampayensis, reptil de un nuevo género de cabeza alargada y fina; Pisanosauros Mertii, herbívoro de 200 millones de años de antigüedad; Proterochampsa Barrionuevoi de 2150 millones de años, parecidos a nuestros cocodrilos actuales entre muchas otras variedades de restos fósiles.

Se puede concluir que encontrar restos fósiles en el Parque Nacional Talampaya resulta una actividad no solo recreativa y educativa sino también un momento de acercamiento a la naturaleza y sus orígenes. La vida de los Dinosaurios no solo debe atraer a los niños sino a personas de todas las edades que quieran adentrarse en los orígenes del universo.