Una de la opiniones más recurrentes
cuando se habla de Argentina es que es un país increíblemente diverso, que
alberga una enorme cantidad de lugares espléndidos en sus amplias tierras. En
tal sentido, viajar a este fantástico territorio significa adentrarse en sus
llanuras repletas de cultivos, en sus cordones montañosos y sus sierras, en sus
caudalosos ríos, en sus frondosas selvas y en sus vibrantes y populosas
ciudades.
Casualmente, sus ciudades son algunos de
los puntos de interés más atractivos para los turistas, dada la enorme cantidad
de atracciones y de actividades que pueden realizarse dentro de ellas. Claro,
la opción más obvia para cualquier persona que llega al país es la de dirigirse
a Buenos Aires, la urbe más grande de Argentina y la que más cantidad de
posibilidades de recreación ofrece.
Sin embargo, cabe mencionar que las dos
ciudades que le siguen en número de habitantes también tienen sus encantos, lo
que hace que visitarlas sea algo realmente recomendable. La primera de ellas es
la ciudad de Córdoba, una urbe histórica y coqueta que ofrece su peculiar
arquitectura y el fondo de las sierras como mayores atractivos.
Pero la que aparece como la gran
sorpresa para todos los turistas en términos de belleza es Rosario, la tercera
ciudad más importante del país. Es que, pese a que muchas personas no
consideren a este punto como una ciudad turística, lo cierto es que los
turistas que arriban a ella quedan maravillados. Es que si bien no cuenta con
la enorme cantidad de espacios de entretenimiento y cultura que tiene Buenos
Aires ni con los encantos naturales de Córdoba, hay suficientes atractivos en Rosario para que cualquier visitante quede deslumbrado.
En tal sentido, uno de las atracciones
rosarinas más tradicionales es el popular Parque de la Independencia, el
espacio verde más grande y más bonito de la ciudad. Una de las principales
razones por las que este lugar es uno de los principales atractivos tiene que
ver no solo con el aire puro que es posible respirar allí ni con su hermoso
lago artificial, sino con toda la gran variedad de pequeños espacios que es
posible encontrar dentro de su área.
Así, y por más que muchas personas
señalen al Rosedal, al Jardín Francés o incluso al Hipódromo como los lugares a
visitar cuando se arriba al Parque de la Independencia, lo cierto es que hay
otro espacio que vale la pena destacar, dada su oferta diferente y diversa.
Estamos hablando del Estadio Municipal Jorge Newbery, uno de los clubes
deportivos con más historia de la ciudad.
Fundado en 1925 y considerado como el
primer club estatal público de Argentina, este Estadio se mantuvo como un
centro importantísimo para la vida deportiva de Rosario. Es necesario aclarar
que ello no se debe a que tal lugar albergue a algún club de renombre, sino que
tiene que ver con la enorme cantidad de actividades deportivas que ofrece a
cada una de las personas que llegan hasta sus puertas.
En tal sentido, el Estadio Municipal
Jorge Newbery tiene como estrella máxima al atletismo, algo que se evidencia al
conocer su fantástica pista sintética. Es que en este lugar se han llevado a
cabo competencias regionales, nacionales e internacionales, dado que tales
instalaciones permiten la práctica de las carreras, el salto en largo, en alto y
con garrocha, así como el lanzamiento del disco, la bala y la jabalina.
Asimismo, otra de las grandes
atracciones de este Estadio es su patinódromo, un espacio único dentro de la
ciudad en donde es posible calzarse un par de patines para hacer ejercicio
físico combinado con diversión. En el mismo sentido, la presencia de la pileta
también brinda una posibilidad similar, solo que esta vez las actividades
física se harán en una espaciosa piscina.
Obviamente, un predio polideportivo
argentino como el Estadio Municipal Jorge Newbery no sería nada si no existiera
una cancha de fútbol, la cual dice presente para albergar a todos los amantes
del deporte más famoso del mundo. Pero este no es el único deporte que tiene su
espacio privilegiado dentro del predio, dado que también hay canchas de vóley,
básquet y handball para quienes deseen una alternativa al omnipresente
balompié.
Finalmente, es importante mencionar la
presencia de un enorme espacio verde que actúa como una extensión del Parque de
la Independencia y que brinda el lugar ideal para descansar tras la actividad
física. Así, el círculo de vida sana al aire libre se completa con esta área de
esparcimiento y descanso de gran amplitud.
Si bien es extraño llegar a una ciudad
desconocida para visitar un predio polideportivo, lo cierto es que el Estadio
Municipal Jorge Newbery es un ejemplo en todo sentido en donde siempre es
posible practicar algunos de los deportes más interesantes así como también
convertirse en espectador de algunas de las competencias más importantes a
nivel nacional. De este modo, este lugar se convierte en una alternativa
interesante para cualquier turista que llegue a Rosario.
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