26 dic 2012

El sinuoso camino de Cuesta de Miranda


Entre todos los atractivos turísticos que presenta la Argentina se pueden mencionar festividades típicas, paisajes de todo tipo, microclimas, monumentos, lugares de esparcimiento, diversión, turismo ecológico y rural, entre muchos otros. Los caminos complicados y difícilmente transitables también se encuentran en nuestro país como atractivo. Claro que para acceder  a lugares escondidos, asombrosos y dignos de conocer hay que atravesar ríos, ondulaciones, cuestas, lomas, encrucijadas, curvas y demás…

El sinuoso camino de la Cuesta de Miranda es uno de ellos siendo que, sinuoso, en Argentina y en muchos países del mundo, suele ser sinónimo de peligroso.

Esta y muchas de estas vías se encuentran en la famosa Ruta Nacional 40 que, siendo la más larga de Argentina (5 mil km), va desde La Quiaca (Jujuy) a Cabo Vírgenes (Santa Cruz) uniendo once provincias, atravesando puentes y ríos, rodeando lagos, recorriendo salares y montañas, conduciendo a parques nacionales y reservas y hasta conectando con pasos internacionales. 



En La Rioja, la RN 40 conecta Guandacol con Alpasinche. El tramo, casi totalmente pavimentado permite acceder al Parque Nacional Talampaya y el mismo es fácil por la baja altura en la que se encuentra y por el buen estado de la carretera; pero en la bellísima parte de Cuesta de Miranda las cosas se empiezan a complicar. 

Este tramo, a 2020 metros de altura del paraje “Bordo Atravesado” se debe circular con mucha precaución, habiendo controlado previamente el vehículo: frenos, óptima dirección y reacción en caso de emergencia, luces si se transita de noche y por supuesto con los elementos necesarios ante cualquier contratiempo: rueda de auxilio, matafuego, balizas triangulares portátiles, etc.

Esta parte de la ruta es muy sinuosa, de ripio, muy estrecha, de cornisa, precipicios y con muchas curvas y algunas de ellas muy cerradas (por lo que se recomienda tocar la bocina en caso que sea necesario). Sin embargo, el lugar es digno es considerado una caricia al alma dentro de todo lo que se puede conocer en La Rioja.

Se accede a Cuesta de Miranda desde la capital de la provincia cuyana tomando la ruta 38 hacia Patquía y desde allí agarrando la RN 40 rumbo a Chilecito. Se debe atravesar un pueblo llamado Nonogasta, conocido por sus buenos vinos y continuar viaje a Soñogasta, un pueblo lleno de nogales.

Al comenzar el ascenso hacia la Cuesta, el paisaje comienza a cambiar: el verde predominante empieza a desaparecer y en su lugar el paisaje se vuelve más rojizo, las piedras crecen y las curvas también. En paralelo comienza a observarse el río Miranda, mientras las cornisas y precipicios atraen la atención y causan vértigo a muchos viajeros. Los cactus ahora son parte del imponente paisaje generando un impacto visual constante.
 
El punto más alto de La Cuesta de Miranda se encuentra a 2  mil metros sobre el nivel del mar y es en el puesto Los Tambillos, lugar donde viven unas cuantas familias y donde se puede hacer un descanso en un pequeño bar o también realizar caminatas o cabalgatas. Luego de descansar y relajarse, se puede emprender el regreso, sintiendo que nos perdimos en la inmensidad de la naturaleza y en el interior de una enorme montaña.

Imponente, La Cuesta de Miranda atrae a miles de turistas de todo el mundo quienes se aventuran a este lugar y no dejan de sacarse fotos en la inmensidad del paisaje que parece eterno y atrapante. 

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