29 nov 2012

Caza deportiva en Santa Fe

La caza fue el medio a través del cual durante siglos, el hombre lograba obtener su sustento a
través de la muerte de un animal que luego le serviría a él y a su grupo, como alimento.
Con el paso del tiempo y la evolución de otro tipo de actividades como la siembra y la cosecha
así como el nacimiento de criaderos especializados en proveer de carnes de animales para la
mesa de las familias, esta actividad fue dejada de lado y reservada solo para aquellos que la
comenzaron a considerar como un hobbie, un pasatiempo muy especial.

La caza es un deporte que despierta pasiones encontradas entre las personas pues hay
quienes la consideran una práctica cruel e innecesaria mientras que otros la legitiman como
uno de los pasatiempos más distinguidos y cuya consecución implica una serie de habilidades
como la inteligencia, la paciencia y la agilidad y precisión con las armas.
En este deporte se pueden distinguir dos tipos: la caza mayo y la caza menor, de acuerdo a
los animales que se persiga siendo un ejemplo de la primera la obtención de ciervos, jabalíes y
lobos entre otros, y de la segunda los conejos, las palomas, perdices y liebres entre algunos de
los muchos integrantes de esta lista.

El fin último de la caza deportiva es la muerte del animal que se persigue. Lo que distingue a
esta actividad de aquellas penadas por la ley en gran parte del territorio argentino, así como
en otros países, es que la caza deportiva se encuentra en un margo legal gracias a ciertas
reglas, algunas de ellas escritas y otras que forman parte de un código entre quienes practican
el deporte, al igual que la pesca deportiva.
Quienes practican este deporte encuentran en el territorio argentino y específicamente en
algunas de sus provincias como es el caso de Santa Fe, un lugar ideal puesto que la variedad
en climas hace que se puedan ver numerosas especies de animales dependiendo del área
donde se esté.

La caza deportiva en Santa Fe está regida, como dijimos, por una serie de normas que buscan
respetar el ciclo biológico de la fauna del lugar, permitiendo la caza de determinados animales
pero penando la de otras especies. Quien determina esa lista así como las reglas es el
Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de Santa Fe.
Es este organismo el que decide en qué temporadas se puede practicar el deporte así como
el cupo de cazadores, lo que puede variar año tras años. En las localidades de Rosario, San
Lorenzo y Capital, por ejemplo, la caza de cualquier especie está prohibida.
Las especies permitidas para la caza en Santa Fe son los patos sirirí común, sirirí pampa y
crestón, la perdiz chica o común, la gallineta común y dentro de las plagas las cotorras, congos
o varilleros, morajú, las palomas torcazas, las liebres y las vizcachas.
Para el pato común así como para el pato crestón, la suma máxima de ejemplares que se
permiten cazar es la de 10 unidades, mientras que la del pato pampa desciende al número
de 5, siendo 12 en total el monto máximo permitido de estas tres especies que cazara y
transportara la persona.

En lo que se refiere a la caza de las especies pertenecientes a la categoría “plaga” el monto
total asciende al número de 50 ejemplares en total
La caza de las llamadas plagas está permitida en todos los departamentos y en cualquier
época del año lo que hace de Santa Fe un destino ideal para los apasionados por el deporte
que pueden así aprovechar cualquier momento libre de su calendario para dirigirse a estas
tierras y ejercitar su habilidad en el deporte.

Quienes defienden este deporte tienen en claro que la caza no se trata solo de disparar
o perseguir a un animal con la ayuda de perros, sino que es una tarea que requiere de la
paciencia necesaria junto con una estrategia ágil que permita lograr el objetivo. Habilidades
físicas y mentales son puestas en juego a la hora de conseguir el animal que se persigue.
Tanto los pobladores del lugar como los turistas deben solicitar una licencia para la caza,
lo que nos habla nuevamente de este marco riguroso del que es necesario formar parte
y respetar para no caer en lo que se conoce como la caza indiscriminada.

Para conseguir estas licencias hay que dirigirse a la Secretaría de Caza y Pesca del Ministerio
de la Producción situada en Boulevard Pellegrini y Urquiza de la ciudad de Santa Fe, el trámite
no es personal y también puede realizarse en los clubes de caza, por un monto sumamente
económico.

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