Bariloche es uno de los destinos turísticos más destacados
del sur argentino, posición que ha sabido ganarse gracias a sus maravillosos
paisajes y a su excelente infraestructura receptiva. Cientos de miles de
turistas son los que la eligen a lo largo de todas las estaciones de cada año
para disfrutar de sus principales atractivos, entre los que se encuentran
cerros, glaciares, bosques, ríos y lagos de aguas transparentes.
La disponibilidad de hoteles en Bariloche es amplia y
variada, adaptable a las preferencias de los visitantes. Por eso es posible
alojarse en lujosos hoteles cinco estrellas con una completa oferta de
servicios, así como también en complejos de cabañas o bien campings, para quienes
prefieren el contacto directo con la naturaleza durante la estadía.
Los turistas que deciden conocer la ciudad encuentran una
amplia propuesta de tours y excursiones para disfrutar de sus principales
atractivos, por que la decisión siempre es una decisión personal adecuada a las
preferencias del viajero. Pero sin lugar a dudas, las actividades en los
espejos de agua que forman parte de la ciudad y sus alrededores figuran entre
las preferidas, sobre todo durante la primavera y el verano.
Entre ellas se destacan la práctica de velerismo, canotaje y rafting en rios de montaña en Bariloche, que es además es habitual en las
aguas del Lago Nahuel Huapi, en las del Lago Gutiérrez y también en las calmas
corrientes del Rio Manso. Todas las actividades son ofrecidas y guiadas por
empresas especializadas y monitoreadas por la Asociación de Turismo Activo de
la Patagonia (ATAP), quien organiza los diferentes certámenes y eventos
especiales de cada temporada.
Entre ellos se puede mencionar a las travesías en kayak, con
diferentes grados de dificultad y de duración de acuerdo a la preparación
previa de los participantes. Una de las locaciones preferidas para los
practicantes de este deporte es el Lago Gutiérrez, distante 11 kilómetros de
Bariloche, ya que al estar al pie del Cerro Catedral se encuentra al reparo de
los fuertes vientos de la región. Las aguas calmas son el marco perfecto, junto
a las vistas del Cerro Otto y del Cerro Ventana, para la divertida navegación.
Quienes disfrutan de los paseos en el mar pueden optar por
realizar un viaje a bordo de algún pintoresco velero, por ejemplo partiendo
desde el Puerto Petunia – a 13 kilómetros de la ciudad- para conocer la Isla
Huemul y Playa Bonita, siempre sobre las aguas del Nahuel Huapi.
En cambio, para los amantes de la adrenalina, una de las
propuestas más atractivas radica en enfrentar los rápidos del Río Manso, sin
importar la edad y la preparación previa en la práctica de rafting que se
tenga. La aventura sin dudas resultará divertida tanto para niños como para
avezados profesionales.
En la ciudad se ofrecen tours especiales en los que se
brinda toda la capacitación y especialización necesarias antes de subir al
bote, además de contar con acompañamiento profesional permanente. Es una de las
excursiones de aventura más demandadas por los grupos de amigos o familiares,
ya que es garantía de adrenalina en un marco natural más que imponente.