30 nov 2012

Museo de Arte Sacro San Francisco

El Museo de Arte Sacro San Francisco se encuentra junto a la Iglesia de San Francisco.
Ésta se ubica a 200 metros de la Plaza General Belgrano y actualmente, y desde el 14 de
julio del 2009, lleva el título de Basílica según el reconocimiento del papa Benedicto XVI.
Se trata de la primera arquitectura levantada por los franciscanos entre los años 1611 y
1618. Inicialmente el material elegido para la construcción fue el adobe pero la precariedad
del material hizo que debiera sufrir varias modificaciones. En 1927, último año de
refacción, se convirtió en un moderno templo con corte italiano que armoniza elementos
barrocos y neomanieristas.
En la fachada de dos pisos se destaca una torre de cuatro cuerpos que data del año 1900
y tiene orientación italiana. Ésta es más antigua que el mismo templo y tiene una imagen
de San Francisco y un reloj. El interior está conformado por tres naves con crucero y una
imponente cúpula octogonal que da sostén a una pomposa araña colgante. El púlpito de la
Basílica es uno de los grandes atractivos, pues fue tallado en madera a mediados del siglo
XVIII a partir de diseños típicos de Cuzco y tiene una imagen de San Francisco realizada
también en madera.
Pero no solo la ornamentación del templo llamará tu atención sino también el Museo de
Arte Sacro que hay en uno de sus laterales. Allí se pueden observar diferentes objetos de
plata, muebles, tallas, instrumentos de música, documentos, que alguna vez pertenecieron a
los franciscanos, quienes se instalaron en la región a principios del siglo XVII.




El Museo
El Museo de Arte Sacro San Francisco es uno de los grandes atractivos turísticos de
Jujuy recorrido por todos los turistas que se acercan a San Salvador, pues es una obra de
importantísima riqueza arquitectónica, histórica y cultural.
En el museo se apuesta a rescatar y revalorizar las obras de arte que fueron conservadas
en el interior de la iglesia. Una vez que entres a él podrás comprender por qué Jujuy es
conocida como una de las provincias que posee más obras pertenecientes al arte colonial
andino.
Lo que hay allí adentro es mucho pero también es mucho lo que aun resta exponer. Incluso
se está trabajando y uniendo esfuerzos para poder restaurar e incluir cada vez más obras
y objetos de los que están todavía en el interior del convento. Para que se tome noción de
todo lo que hay expuesto y por exponer, cabe aclarar que uno de los último proyectos en los
que se trabajó fue el que proponía la incorporación de una sala dedicada exclusivamente a
los textiles y otra a los objetos.
Actualmente en el riquísimo e interesante Museo de Arte Sacro se muestran objetos de oro
y plata, muebles, tallados, pinturas, instrumentos musicales, libros manuscritos que dan
cuenta de 400 años de historia tanto religiosa como artística, entre otros.
Cada pieza fue aportada por generaciones y generaciones de franciscanos que no solo
se encargaron de custodiar el legado histórico de sus antepasados sino que también
incorporaron nuevos, los propios, incrementando así un patrimonio cultural riquísimo y
muy importante.
Todo esto está al alcance de los vecinos de la comunidad, de visitantes de la zona o turistas
nacionales que llegan a acercarse a las manifestaciones culturales y tradiciones que se hace
presente no solo en Jujuy sino en todo el norte argentino. En este museo todos ellos pueden
conocer el origen de un arte que acogió influencias renacentistas, manieristas y flamencas.

Todas ellas fueron herencia del viejo mundo pero también fueron incorporando los propios
elementos gracias a la interpretación y ejecución de los artistas nativos.
Algo que llama mucho la atención de quienes visitan el museo, y con razón ya que es muy
destacable, es una representación del Vía Crusis. La obra estuvo a cargo del artista Diego
de Aliaga, quien la inició en el año 1772 y la terminó en el año 1776. Se utilizó el estilo
de la pintura cuzqueña tan manifestado en la provincia de Jujuy ya que tiene el mayor
patrimonio artístico de Argentina. El género se caracteriza por figuras representativas
como Ángeles Arcabuceros, combatientes celestiales contra las fuerzas del mal, vestidos
al modo militar, con ropa brocareada, en oro, portando en sus manos banderas, tambores y
arcabuces. De esto existen solo dos colecciones en Argentina y ambas están en Jujuy. Por
su parte, el Vía Crusis que se encuentra en el Museo de Arte Sacro y que responde a este
estilo, es una obra de altísimo nivel e inexplicable con palabras. Su exquisitez es apreciada
por cada uno de los artistas que allí se acercan.
Además de esta destacadísima obra, en el museo jujeño también se pueden apreciar otras
pinturas cuzqueñas, piezas talladas en madera (como un confesionario hecho por indígenas
que expresan la mixtura entre la interpretación de los integrantes de las comunidades
originarias con lo que vino desde afuera), una imagen de San Ignacio de Loyola hecha en
madera, etc.
Otra de las obras muy destacadas y que merece párrafo aparte es la recreación del templo
original hecha a escala. A fines artísticos, se emplearon columnas de madera tallada,
torsadas con motivos de hojas y flores que datan del siglo XVI, un crucifijo de madera,
etc. Además, entre el patrimonio del museo se encuentran casullas del siglo XVII bordadas
con hilos de oro y plata, algunas con el escudo de los Borbones; coronas de plata; maderas
talladas y doradas a la hoja; pinturas de caballete y óleos del siglo XVIII, entre otros.
Si estás en Jujuy o planificando tu viaje a aquella zona del norte argentino, no olvides
incluir el Museo de Arte Sacro San Francisco que seguramente te maravillará,
especialmente si eres amante del arte y la historia.

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